En 1990, con ideas, entusiasmo, cúter, letraset y una máquina de escribir comprada en tres plazos, nació RQR.
Discusiones varias sobre conceptos y formas denunciaban el origen o
deformación profesional de los que empezamos: pedagogía, arquitectura,
economía o medicina no son extrañas ni nuevas en el ámbito del diseño y
la comunicación. Eso y el deseo de trabajar sin red… a nuestro aire. Así
nos lo había recomendado Helmut, un curtido publicista alemán amigo.
Desde el inicio apostamos fuerte por el camino que iba abriendo la
tecnología: autoedición, preimpresión, imagen digital, alta definición
y, hoy, aunque seguimos trabajando a nuestro aire, creemos en la calidad
total y tenemos que trabajar con y para la red, haciendo las
incursiones que sean necesarias en cualquier ámbito y que puedan
incluirse en el ya imprescindible soporte de internet.